10 de mayo de 2009

Capítulo 11. Naturalmente.

La justicia se moldea como barro a manos de la nueva forma de absoluto poder. El éxito.
Justo pero fracasado Luis respira tranquilo mientras deja de sentirse inútil. El despacho recuerda al de su psiquíatra pero en conjunto la sensación que le transmite es de una cierta dignidad fingida, apuntalada por la escasa calidad del mobiliario y el remiendo de la patilla de las gafas del doctor.
Escucha sus palabras como quien se sumerge bajo el agua y cuenta mentalmente los segundos.

- Debe usted descansar al menos durante los próximos tres meses. Y, muy importante, bajo ningún concepto se acerque por su oficina.

La anti-condena que no buscas te encuentra cuando has pasado la barrera de lo externo y te recreas en la naturaleza que te rodea. Aunque este hecha de cemento. El animal que recorre las calles te olfatea y pasa de largo en busca de la presa que tú fuiste y que, desangrada, se arrastró por los prados asfaltados del parque natural de tu barrio hasta una fuente donde llenaron tu depósito de "Sin plomo 96".

Ahora que Luis ha llegado al campo, siente que la ciudad le ha atado de por vida y que todo lo que huele bien es todo lo que, de tan vivo, le parece moribundo. Encontró una casa de campo pequeña, austera, de paredes blancas, muebles funcionales, olvidados utensilios de cocina; oliendo a madera, a gallinas, a frutales floridos, recorre su nueva existencia con la pretensión de recuperar su vida urbanita lo antes posible.

El pueblo lo acoge desde lo alto de una colina por donde vislumbra el pequeño puerto pesquero en primer plano y un agreste cabo en la lejanía. El aire puro le lleva aturdiendo ya casi una semana aunque siente que su cuerpo intimamente le impele a buscarlo, a paladearlo, como si degustase el humo de un cigarro hecho de salitre, otoño y el regusto amargo de la vaquería al fondo de su calle.

Muy cerca de su casa, colina arriba y con la agradable visión de la mar brava entre las ventanas, Luis entra en uno de los pocos lugares de su pueblo que, cree, le unen a su antigua vida de ciudad: la taberna. Pronto nota que allí, a pesar de sentir que escapa a la infinita presión del cielo despejado, igualmente pierde su identidad y se vuelve un ser despreocupado y tierno capaz de entablar cordiales conversaciones con los singulares habitantes del poblado. Sin embargo, es en la taberna donde con más violencia y sobresalto le acosan las palabras del médico del seguro, y siente que quizá no tenga fuerzas para resistir tres meses sin atender los asuntos de su despacho.


6 comentarios:

YAIZA dijo...

Hola Tone, ya veo que te pasa lo que a mi que tenemos muchos blogs, jeje.
En el que mas escribo es en
"MI ALMA PERDIDA"por si quieres visitarla, de todas formas cada uno es diferente, pasando del amor y desamor... a los recuerdos "DESVAN"...uno de "ANGELES NEGROS", mi otro lado...otro de salud "SII ESE GRAN DESCONOCIDO"...otro que te invita a un recorrido por la comarca de las vegas, donde vivo...otro recordando la musica de mi vida desde que era pequeña "MELODÍA ENCADENADA"...
Bueno como verás me he explayado, lo siento, pero te recomiendo mi alma perdida.

El tuyo lo he leido un poco y me gusta, lo enlazo con el mio para tenerte a la vista.
Besos.

Leandro A. dijo...

Me gusto lo que lei, me falta para leer pero me gusto, asi que te sigo... exitos!

tone dijo...

Muchas gracias Leandro, me hace sentir muy bien que sigas el blog. Insisto, gracias.

tone dijo...

Gracias Yaiza, yo también te tendré aqui presente.

Anónimo dijo...

Il semble que vous soyez un expert dans ce domaine, vos remarques sont tres interessantes, merci.

- Daniel

Anónimo dijo...
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